Vals

El vals es un elegante baile musical a ritmo lento, originario del Tirol (Austria) por el siglo XII. El vals conquistó su rango de nobleza durante los años 1760 en Viena, expandiéndose rápidamente por otros países. Algunos autores creen que el vals tuvo su origen en la volte o volta, danza de baile en tres tiempos practicada durante el siglo XVI. La palabra vals nació en el siglo XVIII, cuando el vals se introdujo en la ópera y en el ballet.

Frédéric Chopin, el gran compositor y pianista polaco, aportó una cantidad de excelentes vals para piano y, entre ellos, el vals más breve denominado Vals del Minuto. Los Strauss también destacaron como grandes compositores de vals, especialmente Johann Strauss (hijo). En Latinoamérica existen diversas variantes como el vals peruano, vals venezolano, el vals colombiano, el vals brasileño y el vals ecuatoriano con características que difieren de país a país.
Podemos decir con exactitud que tanto estos compositores como muchos, han llegado a formar una música que ha participado en el desarrollo artístico, tan importante para los humanos. Se conocen, por ejemplo, de Tchaikovsky piezas famosas como el Vals de las flores de El cascanueces, el Vals de La bella durmiente o el Vals de El lago de los cisnes, del mismo modo que habremos oído piezas de Strauss tales como Sangre Vienesa, el Vals de los Novios o el Vals del Emperador

Un ejemplo de vals lo podriamos ver aqui:


Los pasos de baile ejecutados se muestran a continuación, recordando que cada paso suple una figura de negra, haciendo un total de 6 por cada compás:



En este estilo en concreto, la posición de baile entre el chico y la chica requiere de más distancia entre ambos, pero sólo de cintura para arriba ya que, las piernas deben permanecer bastante juntas para seguir los pasos requeridos. Para ello, la chica debe echar parte de su peso hacia atrás, dejándolo en manos del chico. Para practicar esta cuestión, el profesor nos propone que ejecutemos un ejercicio de control de peso dándonos en pareja las manos y juntando los pies, a la vez que cada uno se deja caer hacia atrás. La intención es que busquemos un equilibrio entre ambos y que confiemos en que no nos vamos a caer porque nuestra pareja en realidad nos está sujetando, al igual que hacemos nosotros con ella.